Cuando cerrábamos el tema del mercado eléctrico aparecía un
concepto nuevo y de mucha importancia dentro de la gestión energética, el pool eléctrico, que se podría decir
que es el mercado eléctrico propiamente dicho, ya que es donde se produce la
compra-venta de electricidad y donde intervienen todos los agentes implicados: productores
de electricidad, distribuidores, comercializadores y consumidores cualificados.
Su funcionamiento es similar al de una subasta, pero con un
comportamiento un poco especial, que puede ser un poco complicado de comprender.
Intentaremos explicarlo de forma sencilla para que quede al menos la idea de
cómo se compra y vende la electricidad en España.
Este pool o subasta se hace para cada hora de cada día del
año y el encargado de realizarlo es OMEL, cómo ya vimos anteriormente. Centrándonos
en una de esas horas (para todas se hace de la misma forma), el primer paso es
la estimación de la cantidad de energía que hace falta, esto lo hace OMIE, la
compañía que opera el mercado de producción de energía eléctrica en la
península ibérica. Para ello se basa en estadísticas de años anteriores y en
posibles eventos o condiciones previstas que puedan influir en el consumo.
Una vez que se tiene la cantidad de energía que se necesita
en esa hora concreta llega el momento de las ofertas de los productores que
ofrecen una cantidad determinada a un precio determinado.
La lógica es ir cogiendo las producciones que más bajo
ofertan la energía, pero como es muy probable que no haya suficiente con la más
barata, se pasa a la segunda más barata y así sucesivamente hasta que se llegue
a completar la cantidad de energía que se necesita para esa hora.
Llegados a este punto, se sabe a quién se le va a comprar la
energía, pero falta establecer el precio definitivo, este será el de la última
que se haya escogido, es decir, el más caro de todos los aceptados, y será para
todos igual, también para los que la habían ofertado más barata.
Una peculiaridad de este sistema es que casi siempre las
primeras en entrar son las renovables y las nucleares por distintas razones. Las
renovables ofrecen la energía a coste 0 prácticamente, ya que el coste de
explotación es muy barato y así se aseguran la venta. Las nucleares se
arriesgan a ofrecerla muy barata, ya que es complicado parar la producción sólo
por unas horas. Los más perjudicados de este sistema son los productores de gas
natural que no pueden ofrecer la energía a tan bajo precio.
Este es a grandes rasgos el funcionamiento del pool
eléctrico, en la realidad es algo más complicado ya que influyen otros factores
como que puede haber una diferencia importante entre lo estimado y lo que
realmente se consume, por lo tanto el control tienen que ser mucho más efectivo.
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