Toca finalizar la información sobre el mercado eléctrico en
España, del que ya hemos visto sus generalidades, cómo se trata de un mercado
liberado a medias y el proceso que lleva a la electricidad desde donde se
genera hasta donde finalmente se consume. Pero para acabar cerrando
correctamente la información, hay que conocer otros elementos que también
intervienen en el proceso. Se trata del operador del sistema, las distribuidoras,
las comercializadoras, el operador del mercado y los agentes reguladores.
Operador del sistema:
Ya hemos hablado antes de la problemática que genera el
hecho de que la electricidad no se puede almacenar, por lo que se debe generar
justamente la que se va a consumir y prácticamente en el mismo instante. De
esto es de lo que se encarga el operador del sistema, de equilibrar la demanda
con la generación producida, o dicho en otras palabras, de garantizar la
seguridad y continuidad del suministro eléctrico.
En España este operador del sistema es también Red Eléctrica
y lo hace a través de del Centro de Control Eléctrico (CECOEL).
Normalmente este proceso se programa en base a datos estadísticos
de factores como la estacionalidad, los festivos, etc, pero siempre pueden
surgir imprevistos que debe solucionar el operador pidiendo más generación a
las centrales.
Empresas
distribuidoras y comercializadoras:
Tradicionalmente las empresas distribuidoras eran a la vez
las comercializadoras de la energía eléctrica, pero tras la nueva regulación se
produjo una separación entre ambos tipos. Aunque en la mayoría de ocasiones son
la misma empresa que ha separado ambas actividades.
Las distribuidoras son las realmente encargadas de llevar la
electricidad desde la red de transporte hasta sus consumidores finales, y por
tanto de la explotación, el desarrollo y el mantenimiento de las instalaciones
de distribución. Son las propietarias del cable que llega hasta el consumidor e
incluso del contador de medida, pero no son las que cobran por la electricidad,
es aquí donde aparecen las comercializadoras.
Estas últimas son las que venden la electricidad que circula
por la red de distribución a los consumidores finales. Su actividad es de
compra-venta de energía.
Hay que distinguir entre comercializadoras de mercado libre
y las que están reguladas y ofrecen las tarifas de último recurso o TUR.
Operador del mercado:
Este es otro elemento que controla el mercado eléctrico,
pero desde un punto de vista económico, se encarga de la gestión económica para
que la electricidad sea un mercado de compra-venta.
En España el citado operador del mercado es OMEL, encargado por tanto de la gestión del sistema
de oferta de compra y venta de energía eléctrica.
En este punto aparece el mercado mayorista de electricidad
supervisado por el nombrado operador y que se denomina “pool eléctrico” en el
que intervienen productores, distribuidores, comercializadores y consumidores
cualificados de electricidad. Este concepto de “pool eléctrico” y su
funcionamiento lo dejamos para verlo más detalladamente en otro post.
Agentes reguladores:
Este es el último elemento que aparece en el mercado
eléctrico español y se encarga de supervisar y controlar el buen funcionamiento
del sistema y el cumplimiento de sus reglas. De ello se encargan dos
organismos: el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC) y la
Comisión Nacional de la Energía.
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