viernes, 8 de febrero de 2013

8/02/2013: El consumo de energía en las oficinas



Las oficinas también son grandes consumidoras de energía, en concreto esos grandes edificios que concentran a una o diversas empresas y que pueden generar un consumo muy importante. Por lo que su importancia dentro de la gestión energética es más que justificada.

 
Por lo anterior, vamos a ver qué se puede hacer para intentar frenar ese elevado consumo y por tanto cómo ahorrar energía en las oficinas. Nos vamos a centrar en la energía eléctrica.

Lo primero antes de pasar a tomar medidas de ahorro, es tener claros algunos datos energéticos importantes de la oficina en cuestión:

  • Revisar el contrato y tener claras todas las condiciones que en él se reflejan.
  • Revisar las últimas facturas para tenerlas como referencia.
  • Hacer un inventario de las luminarias existentes en la oficina.
  • Tener claro, en caso que lo hubiese, que sistema de climatización existe en la oficina.

Una vez hecho esto, se pueden empezar a tomar medidas, desde pequeños cambios realizados por cualquier persona, por ejemplo el responsable energético de la empresa, para pasar posteriormente a tomar medidas importantes, llevadas a cabo por distintos profesionales.

Las primeras a medidas a tomar sin un coste importante asociado pueden ser las siguientes:

  • Tomando como referencia el contrato y las últimas facturas eléctricas, estudiar la posibilidad de realizar un cambio en la potencia contratada.
  • Con los mismos datos, hacer una comparación de ofertas de distintas compañías eléctricas, aprovechando el mercado libre, del que ya hemos hablado anteriormente.
  • Ajustar las temperaturas de la climatización, tanto en invierno como en verano, tomando como referencia que según expertos, las adecuadas para un correcto equilibrio entre economía y confort son, en invierno 21° y en verano 26°.
  • Por último, llevar a cabo una campaña de concienciación de ahorro y eficiencia energética entre los usuarios de la oficina.

Posteriormente, si se quiere ir aún más allá, se pueden tomar algunas medidas que pueden venir acompañadas de algunos gastos de inversión, pero que a largo plazo pueden ser muy beneficiosos:

  • Aislar más correctamente el edificio, como por ejemplo instalando doble cristal en las ventanas.
  • Las ventanas que estén orientadas al sur, en verano pueden ser un gran problema por la gran cantidad de calor que pueden generar, por lo que alguna protección como un toldo puede ser muy eficaz.
  • Comparar diferentes sistemas de climatización y valorar si sería beneficioso el cambio a otro más eficaz energéticamente.

Y por último, si todo esto no es suficiente, o aun habiendo conseguido buenos resultados, una opción es realizar una auditoría energética para encontrar problemas que de otra manera sería muy difícil. O dando un paso más allá, instalando algún sistema inteligente de gestión energética como puede ser SEINON, que permite hacer un control mucho más correcto y automático de toda la instalación eléctrica, actuando a la vez como asesor energético.


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