Anteriormente hemos tratado un poco el tema de las facturas
energéticas, y su importancia en la gestión energética, y de cómo el sistema SEINON nos puede ayudar con ellas, ahora vamos
a ver más en detalle las facturas eléctricas, que partes tienen y que es lo que
realmente estamos pagando.
A grandes rasgos, la factura está dividida en tres partes.
En primer lugar están los datos del contrato, que muestra la información del
cliente. Después están los datos de facturación, en los que entran los términos
que se van a cobrar en la factura, como son el de potencia o el de energía, o
también los impuestos, las penalizaciones,… Y por último aparecen los datos
relativos al consumo, que son la cantidad de energía consumida o los maxímetros
medidos.
Estudiándolo por partes, veamos en primer lugar que son los
términos de potencia y energía, básicos para entender qué se paga en la
factura.
Término de potencia:
También se conoce como parte fija de la factura, pues su
valor no depende de lo que consumimos, sino de la potencia que contratamos de
antemano.
Esta cantidad de potencia que se contrata de antemano
depende de los equipos que se vayan a utilizar en la instalación o de la
simultaneidad de uso entre ellos, y es de gran importancia que este cálculo
anticipado se haga de la forma más correcta posible, porque puede generar
problemas tanto si se contrata a la baja como por encima.
Si se supera el valor contratado, ocurre lo siguiente:
- Si la potencia contratada es inferior a 15 kW, se debe instalar un Interruptor de control de potencia (ICP) que desconecta la instalación si se supera el valor fijado.
- Si por el contrario, la potencia contratada es mayor a 15 kW, no se desconecta, pero luego supondrá penalizaciones económicas importantes. Este tema es muy importante y lo veremos con más detalle más adelante.
Término de energía:
También conocido como término variable de la factura,
depende de lo que realmente se gasta, y su precio será el resultado de los kWh
consumidos multiplicados por el precio del kWh en el momento dado.
Pero esto no es lo único que se paga en la factura, aparecen
otros conceptos, como los impuestos o el alquiler de equipos.
Dentro de los impuestos, están el más que conocido IVA o
Impuesto sobre el Valor Añadido, que corresponde al 21 % del valor de la
factura. Y también aparece el impuesto eléctrico, que se obtiene de aplicar un
porcentaje fijado a los términos de potencia y energía, y también a la energía
reactiva y a los maxímetros en caso de que los hubiera, además se corrige con
otro factor también fijado de antemano.
Y por último, otro concepto a pagar es el alquiler del
contador, que normalmente es propiedad de la compañía distribuidora.
En otros posts sucesivos veremos que ocasiona que la factura
se encarezca y cómo solucionarlo.
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