Además de ahorrar o utilizar fuentes renovables de energía,
otro de los objetivos primordiales de la eficiencia energética es reducir las
emisiones de CO2 a la atmósfera y con ello evitar la contaminación.
Un estudio hecho en la Comunidad Valenciana, a través del
Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, ha buscado este objetivo. Para
ello ha estudiado la utilización del valor energético de los residuos
forestales y agrícolas, y ha conseguido demostrar que la utilización de
residuos de pino y cáscaras de arroz, evitaría la emisión de 240.000 toneladas
de CO2.
Además de la reducción de emisiones, esta solución hace
utilizables la gran cantidad de residuos de ambas clases que se generan en
nuestra comunidad. También se intentó sin éxito la utilización de residuos de
jardines y lodos de depuradoras.
Fuente: LaRazón
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